La persistencia se refiere a la existencia e inmutabilidad de las acciones y eventos que ocurren en un mundo virtual. En otras palabras, las acciones que los usuarios llevan a cabo en un mundo virtual no desaparecen con el tiempo, sino que se mantienen en el mundo virtual. La persistencia es una característica clave de los mundos virtuales, ya que permite a los usuarios construir y interactuar con el mundo virtual de una manera más realista.
Para lograr la persistencia en un mundo virtual, se utilizan bases de datos y servidores que almacenan la información del mundo virtual y la actualizan constantemente. Cada objeto y acción en el mundo virtual está representado por un conjunto de datos que se almacena en la base de datos del servidor. Cuando un usuario interactúa con el mundo virtual, como mover un objeto o destruir un edificio, el servidor actualiza la información del mundo virtual en tiempo real.
Aunque la persistencia es una característica importante de los mundos virtuales, también hay límites a lo que puede persistir. Por ejemplo, algunas acciones o eventos pueden requerir demasiados recursos para ser almacenados y actualizados constantemente, lo que puede afectar el rendimiento del mundo virtual. Además, algunas acciones pueden ser efímeras por naturaleza y no necesitan persistir en el tiempo, como la caída de hojas de un árbol o la interacción de una piedra con un cristal.
Ejemplos de objetos y acciones que pueden persistir en un mundo virtual incluyen un árbol caído, huellas en el suelo, un edificio construido por un usuario, o la acción del transcurso del tiempo sobre los objetos. En general, la persistencia es una característica importante de los mundos virtuales, ya que permite a los usuarios interactuar con el mundo virtual de una manera más realista. Sin embargo, también hay límites a lo que puede persistir, y los desarrolladores de mundos virtuales deben equilibrar la persistencia con el rendimiento y la experiencia del usuario.